La seguridad alimentaria mundial depende de la financiación de los pequeños agricultores
2 de octubre de 2023
Aumentar la productividad agrícola es vital para reducir la pobreza, pero la falta de acceso créditos deja a los agricultores en un ciclo de pobreza. Si no pueden vivir de su trabajo, dejarán de proveernos alimentos.
La mayoría de ciudadanos en extrema pobreza viven en zonas rurales y gran parte de la población rural pobre se dedica a la agricultura. La seguridad alimentaria es una prioridad clave para la humanidad. Se ha demostrado que la productividad agrícola está vinculada a reducir la pobreza. Sin embargo, la dificultad de ofrecer créditos a los agricultores más pobres los atrapa en la pobreza, a pesar de los avances en productos bancarios para los desfavorecidos.
Las inclemencias climáticas, plagas, falta de microseguros agrícolas y dificultad para acceder a los mercados hacen que sea casi imposible evaluar la posibilidad de reembolso de los préstamos. La adaptación de los pagos de cuotas al ciclo de cosecha es un obstáculo operativo. La complejidad de diseñar productos para agricultores pobres ha llevado a que solo el 3% de la demanda global de financiamiento en este sector sea satisfecha por microcréditos agrícolas.
La financiación es crucial para mejorar los rendimientos de los agricultores, pero se necesitan inversiones en bombas de agua, semillas y fertilizantes avanzados. Invertir en semillas mejoradas e irrigación puede aumentar los rendimientos hasta un 300%.Si no logramos que los agricultores vivan de su labor y fortalezcamos la cadena de valor agrícola, dejarán de abastecernos de alimentos.
Un fondo español llamado Huruma, con una innovadora estructura financiera, ha logrado atraer 120 millones de euros de capital para apoyar a agricultores rurales en Latinoamérica, África subsahariana y Asia, mejorando su productividad y calidad de vida.
Huruma se lanzó en asociación con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y otras entidades. Su innovadora estructura reduce el riesgo para los inversores privados y permite captar más fondos. El fondo ya ha beneficiado a miles de pequeños productores, mejorando su acceso a insumos y mercados.
Dado su éxito, se ha lanzado otro fondo llamado Kuali, con una estructura similar, para apoyar a más agricultores y pymes en Latinoamérica e India, contribuyendo a la sostenibilidad y a un mundo más igualitario.
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